Circuitos tradicionales diseñados para los sprinters, distancias largas ideales para los más duros ruteros y montañas de primer nivel disponibles para los escaladores, son los ingredientes que tomarán sazón del 29 de julio al 3 de agosto cuando se junte la ensalada multicolor del pelotón ciclístico nacional en la XL edición de la Vuelta a Yacambú.


771 kilómetros de asfalto distribuidos en seis exigentes y variadas etapas, serán testigos principales del sonido vibrante de las bielas de unos 14 equipos nacionales y dos invitados internacionales que rodarán durante seis días por los municipios Iribarren, Torres, Morán, Andrés Eloy Blanco y Jiménez del estado Lara.

Hasta ayer el comité organizador que encabezan Tarsicio Falcón y Freddy Castillo sumaban 107 ciclistas en su agenda, los cuales defenderán a nueve clubes ya confirmados. “Este viernes (mañana) se espera la respuesta de clubes de Colombia y Costa Rica. Por ahora contamos con la presencia garantizada de: Fundadeporte -Carabobo, Alcaldía de Cabimas, Lotería del Táchira, Kino Táchira, Gobernación de Lara- Alcaldía de Jiménez y organizaciones de Anzoátegui, Guárico, Sucre, Portuguesa, Barinas, Trujillo, Cojedes, Yaracuy, Falcón, Monagas y Zulia”, comentó Castillo.

RUTEROS CON MÁS CHANCE

Se espera que el grupo de ciclistas que arranque el martes 29 de julio con una primera etapa (Circuito de 104 kilómetros) en Quíbor supere los 120. En años anteriores las pruebas de montaña de Cubiro y Sanare otorgaban la ventaja a los escaladores, en esta edición el comité técnico ha querido ofrecer mayores herramientas para que los ruteros y sprinters tengan las mismas oportunidades de coronarse.

Por esta razón de las dos primeras etapas son circuitos planos, la tercera se cumplirá en dos facetas (contrarreloj de 15 kilómetros y circuito de 74) la cuarta tiene una distancia de 200 kilómetros planos especial para ruteros y las dos últimas serán de montaña.

Así que los escaladores deberán mostrar sus condiciones para mantenerse en pelea con el pelotón si quieren llegar con chance de corona a las dos últimas paradas y los ruteros en condiciones tendrán la oportunidad de sacar provecho desde temprano para desbancar a los montañosos.

“La cuarta etapa (200 kilómetros) ameritará un intenso trabajo. Las estrategias que tracen los equipos en esta parada serán las que en cierta manera definan muchas cosas en la Vuelta”, sentenció Castillo como vaticinando algún resultado diferente a los años anteriores.

Los organizadores manifestaron además el apoyo que están recibiendo de parte de la Gobernación del estado Lara y las seis alcaldías donde se correrá la cita, además de la empresa privada, entre ellos Central Banco Universal, Seguros Los Andes, Tunal, Corporación Bel, De Lacua, y Banfoandes.

Para el 23 de julio se tiene programado un encuentro con la prensa donde se oficializarán las nóminas de participantes y algunos detalles logísticas.


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