El corredor español se apuntó el bicampeonato de la ronda nacional y entró en los anales de la historia grande de la competición. Con su épico triunfo en el circuito final de Medellín, el ibérico igualó la gesta reciente de Félix Cárdenas, quien obtuvo el título en las ediciones del 2011 y 2012.

El rostro de Oscar Sevilla irradiaba una felicidad inmensa. Y no era para menos. Esta Vuelta a Colombia – Supérate Intercolegiados le quedará grabada en el recuerdo por siempre, dadas las condiciones y la lucha sin fin desde la primera fracción para conquistar la victoria. No se vistió de líder, pero dio el salto a la gloria en la última etapa.

Al ibérico le bastó con ganarse la bonificación en la primera meta volante del circuito para rebasar por un segundo al boyacense Fernando Camargo, quien pese al esfuerzo en las etapas de La Estrella y la cronoescalada en Las Palmas, no le alcanzó para adjudicarse el triunfo final.

Sí lo hizo Sevilla, el hombre que mantuvo un perfil bajo a lo largo de toda la carrera, pero que nunca dejó de ser la amenaza más seria para los aspirantes a despojarlo de su título. Miguel Ángel Rubiano lo puso contra las cuerdas con un trabajo excepcional, pero en el mano a mano con cronómetro en mano, el español lo superó por amplio margen. No se vistió con el tricolor en la fría noche de Las Palmas, pero se abrazó al máximo galardón en la calurosa mañana antioqueña.

El capitán del EPM – UNE demostró su enorme valía ante adversarios de peso y gran calidad. Por ello ya forma parte del libro dorado de la Vuelta a Colombia como el primer extranjero en ganar dos ediciones consecutivas. “Estoy muy emocionado. Quiero agradecer a mi equipo porque ellos fueron los protagonistas y con un grupo como este uno puede aspirar a grandes cosas. Aún no asimilo el triunfo, pero estoy muy contento”, aseguró el monarca del ciclismo colombiano.

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